martes, 15 de mayo de 2007

Compartiendo Perspectivas: 5-El poder del Lenguaje


"Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo. Cuando vieron cuan hondo era el hoyo, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas.

Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras ranas seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles.
Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió. Ella se desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.

Una vez más, la multitud de ranas le gritó que dejara de sufrir y simplemente se dispusiera a morir. Pero la rana saltó cada vez con más fuerza hasta que finalmente salió del hoyo.

Cuando salió, las otras ranas le preguntaron: “¿No escuchaste lo que te decíamos?". La rana les explicó que era sorda.

Ella pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más para salir del hoyo."


En varias ocasiones, una palabra que nos aliente nos incentiva a seguir esforzándonos por lo que queremos lograr. En otros casos, una palabra errónea nos desamina y destruye todas las esperanzas que nos quedan. A veces es muy difícil entender como una simple palabra nos afecta tanto en nuestras vidas, pensamientos, ánimos, etc., pero es así.

El poder que tiene nuestra lengua es increíble, con solo pronunciar una palabra destructiva basta como para acabar con la ilusión de una persona la cual se vive esforzando por alcanzar sus objetivos, desalentarlos los lleva a sentirse solos, sin compañía, a pensar que nadie los apoya para llegar a su meta, para ser feliz. Cualquiera puede hacer uso de una de estas palabras, con o sin intención de lastimar.

Decir algo que anime a los demás puede ayudar, o mas aun cambiarle el día por completo, una palabra de aliento anima a las personas hasta en los momentos de lucha mas difíciles, por eso es necesario tener cuidado con lo que decimos.

Es mejor pensar antes de hablar, aunque también no solo es la espontaneidad de las palabras son las que destruyen, sino los pensamientos opuestos al de la otra persona. Es cierto que somos libres para pensar lo que deseamos, pero no lo somos para terminar con la esperanza de los que viven a nuestro alrededor. Por eso en la vida hay que escuchar antes de hablar y pensar muy detenidamente lo que queremos expresar.

1 comentario:

Platonicas dijo...

Hola chicos! Opino igual que ustedes, porqeu creo que hay que pensar antes que hablar porque muchas veces podemos herir a alguien solo con un comentario fuera de lugar, o mismo con algun insulto que pueda provocar desprecio hacia el otro...

Beso!


Michy de platonicas_07